jueves, 26 de abril de 2012

Religión: de volantes y peatones

La gente cree y confía por sobre todas las cosas en las preferencias de las calles. Mas que en Dios, Alá o cualquier dios o santo. ¿De qué otra manera se puede explicar que alguien vaya conduciendo a  más de 60km/h en un crucero  con los ojos cerrados mientras ríe al hablar por celular? Esto es fe ciega si me lo preguntan. Es por eso que he decidido de ahora en adelante dejar de rezarle a Dios, y dedicar mis plegarias a las preferencias de las calles, en quienes tan ciegamente se puede confiar.